Como más me gustan es con nata, pero a mi dieta no le viene nada bien; simplemente mezcladas con plátano están deliciosas; o, si las arropas con una cucharadita de azúcar, empezarán a sudar y su almíbar te elevará al 7º cielo.
El mejor fresón con nata lo he comido en Aranjuez. De esto hace muchísimos años y ahora me han dicho que ya no es para tanto. En un programa sobre el tema vi que recogían fresas silvestres y aseguraban que esta ciudad es una gran productora de estas fresas pequeñitas, aunque nunca las probé allí; en cambio, sí las probé en Berlín, en forma de tarta ¡la mejor tarta de fresas silvestres que he comido nunca!. Fue allá por mayo de 2008 en el Sony Center. El local se llama Lindenbraü, que es fábrica de cerveza y... ejem... sí, ésta también está muy buena.
Amiga Eridnia, aún recuerdo la riquísima tarta de hojaldre de manzana tibia que nos recomendaste comer en la cafetería del Pérgam en Berlín.Estaba riquísima.
ResponderEliminarHabrá que ir a Aranjuez a comer esas fresitas con nata.Un beso muy fuerte.
Ah, sí! ¡qué rica! ¡cómo me acuerdo de esa tarta!
ResponderEliminarPues yo también tengo que volver a Aranjuez, por las fresas y por la ciudad, tengo muy buenos recuerdos de ella!
Bss,